Decisiones

Siento que el invierno se ha instalado en mi. Dentro, muy dentro. Inundándome de indiferencia y frío en la piel. Nunca me ha gustado tomar decisiones. Lo odio. Algunos creen que si evitas elegir un camino u otro, todo continua siendo posible... Yo les digo que es mentira; otra de las muchas que inventamos para ocultar la realidad. No tomar decisiones en su momento, lleva implicado un cambio; algo que quizás ahora no vemos, pero que con el paso del tiempo se manifiesta.. y la realidad te aplasta de golpe por mucho que mires hacia otro lado.

Pero empecemos por el principio (nunca se me han dado bien los comienzos). Hace mucho que no me he sentado a escribir, lo sé. Hace mucho que debería haberlo hecho... Quizás. Lo único que sé con seguridad es que aquí estoy, entre las mismas cuatro paredes seis meses después. Con la misma ilusión y las mismas ganas que el primer día; y con los mismos miedos también...

Es posible que hayan cambiado ciertas partes en mi. Me he hecho (un poquito) más responsable y segura de mi misma.. Me las he arreglado para vivir sola durante medio año; con todo lo que eso conlleva.. (para alegría de madrequetodolosabe no he pasado hambre) He descubierto lugares que ahora forman parte de mi día a día, y he sustituido a personas que creía insustituibles. Ya he dicho alguna vez que me gusta ese tipo de soledad que me hace ser independiente. Así me definen algunos: una persona independiente. Puede que esta vez yo lo haya decido así... Veremos.

Él existe de verdad y se llama Rizos, mi gato.